martes, 5 de junio de 2012

¿Cómo obtener los mejores resultados en el aprendizaje de una lengua: las lenguas como medio o como fin?

Este es un tema que repetidamente acude a mi mente y que me plantea un serio dilema por los resultados que ofrece cada perspectiva.

Como bien sabéis, siento una gran fascinación ante cualquier lengua extranjera. Lógicamente tengo mis preferencias y no todas me atraen por igual, pero el interés está siempre presente. Ahora bien, a lo largo de los años he ido comprobando cómo por mucho que me interese una lengua y la estudie con seriedad, los resultados no son lo suficientemente satisfactorios si no existe un objetivo más allá del simple interés. Tomemos por ejemplo el finés o el islandés. Se trata de dos lenguas que me apasionan, cuya ortografía es preciosa y que cada vez que las escucho no puedo más que maravillarme. Sin embargo, tras varios meses de estudio siempre llego a un punto en el que me pregunto a dónde verdaderamente quería llegar, me desanimo en cierta manera y dejo de estudiar. Quizás se deba a que una vez conocidas las bases, lo único que queda es profundizar en el idioma y como a corto plazo no es imprescindible para mi supervivencia, ese interés inicial desaparece. Por ello, me inclino a pensar que se consiguen los mejores resultados cuando tienes un objetivo concreto y el idioma es el medio para conseguirlo.

En este caso, tomaría como ejemplo mi experiencia con el chino. Comencé a estudiarlo porque me parecía interesante (y útil, por supuesto), pero fundamentalmente porque quería solicitar una beca para la que era clave el contar con un conocimiento del idioma y, a ser posible, un título del HSK. Con este objetivo en mente me apliqué y logré sacar muy buenas notas en mi curso en la UC y después seguí estudiando por mi cuenta hasta que aprobé el HSK1. De igual manera, con el japonés tengo varios objetivos en mente (entre ellos, acceder a los estudios históricos en dicho idioma) que me impulsan a no abandonar su estudio y a seguir día a día luchando por mejorar, y los resultados que obtuve, por ejemplo, en el Noken me vuelven a demostrar que el nivel que alcance en un idioma dependerá de si tengo un objetivo en mente.

Así pues, estas experiencias me han enseñado que los mejores resultados en el aprendizaje de un idioma se obtienen cuando nos marcamos un objetivo concreto en el que el idioma es un importante medio para alcanzarlo.

¿Qué opináis vosotros? ¿Habéis alcanzado un mejor nivel en el idioma cuando lo estudiabais por mero placer o cuando teníais un objetivo más allá de lo lingüístico?

1 comentario:

  1. Tener una motivación es muy importante para no desanimarse y tener un compromiso algo como voy a conseguir este certificado de tal idioma o voy a hacerme profesor de este otro idioma o voy a convertirme en experto mundial de tal lengua muerta jejeje. Creo que establecer una relación de amistad con hablantes del idioma ayuda bastante además formar parte de alguna asociación que fomente la cultura de ese idioma puede ser una buena forma de fortalecer el vínculo con ese idioma, sentirte parte y defenderlo ayuda mucho a no cesar en el empeño.
    Muchos ánimos!!

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